Tarea escolar - Piramidólogo precoz

Hay gente que se inventa cuentos sobre las pirámides. Les encanta andarles buscando propiedades místico-esotético (la "t" fue intencional) -extraterrestres-etc, etc, etc; que pasan por la numerología, las "energias", las profecias y todo aquello que nos podamos encontrar en Los grandes misterios del tercer milenio -programa conocido por su alto nivel de himbestigacióm científica y pensamiento crítico (jeje)- y que de preferencia se pueda vender y les permita vivir sin trabajar. No me malinterpreten, las pirámides son una fregonería, pero de ahí a lo otro, hay un gran trecho.

Tenía yo ocho o nueve años cuando una tarea escolar encargada por la maestra Lourdes me volvió piramidólogo por un dia.

Cursaba el segundo grado de primaria en la Lic. Ignacio Ramirez, aquí a 10 minutos de mi casa; todavía usabamos el sweater azul oscuro -bien elegante según yo- que cambiariamos en cuarto grado por uno blanco y azul rey muy sin chiste. Ya hacía tiempo que habiamos aprendido a escribir, yo como casi todos, con una letra que no era muy diferente de la que actualmente tengo, pero la lucha le hacía. Habiamos pasado de las oraciones sencillas -Susi y sus osos, Ana pela ajos- a las redacciones. Obviamente temas sencillos: la familia, mi casa, que me gustaría ser, etcetera, cosas que conociamos y podiamos describir. Ese dia habiamos leido sobre pirámides en un libro de texto gratuito y supongo que para aprovechar la inspiración del momento -se supone que los niños son muy curiosos e imaginativos, aunque a la distancia, mis compañeros de primaria y yo mismo siempre me ha parecido que fuimos la excepción-, la maestra Lourdes encargó una redacción: había que describir unas pirámides.

El problema era que yo nunca había visto una pirámide, no sabía donde había y el texto que leimos no me gustó. Así que decidí irme con la mía. Por aquellos tiempos, yo salía casi cada fin de semana con mi papá. Los vecinos nos invitaban a ver a Gabriel, el consentido de la familia Gambóa, en sus intentos por jugar futbol profesional con el Acolman, equipo de tercera división del municipio mexiquense del mismo nombre. Nunca lo vimos porque era banca, pero las salidas en nuestro Rambler blanco o la camioneta café de los vecinos se me hacian toda una aventura -siempre he sido muy simple.

En esas salidas siempre ibamos hacia el norte del estado de México y nunca llegamos muy lejos, fuimos a Acolman, claro está, Ecatepec, Tepeji y Zumpango, donde el calaveras de Zumpango le puso una zurra de antología al pobre Acolman. En el camino yo me dedicaba a ver los letreros de carretera, esos color verde con el nombre de una localidad y una flecha blanca indicando para donde hay que jalar para llegar a ella. Recuerdo varios, obviamente Acolman, Tecamac, Chiconautla, Tezoyuca; había letreros con dos nombres: Los Reyes / La Paz, por ejemplo, y el que me inspiró: Piramides / Tepexpan...

Y bueno, ese dia en la primaria, me acordé así que escribí:
Las pirámides de Tepexpan
Las pirámides de Tepexpan son muy antiguas, tienen 4 pisos y miden 7 metros de ancho por 5 de alto...
...
...
Fin.

Pirámides muy chiquitas, por cierto. Supongo que aún no tenía una buena percepción de las dimensiones, ademas ya sabía escribir pero no conocía el sístema métrico. Sea como sea, consideré que había redactado muy bien y que no podía haber falla, ¿por qué tendrían que mentirme esos bonitos letreros verdes?, un diez seguro. Desafortunadamente no contaba con que en Tepexpan no hay pirámides, que a la profra le daría por revisar la exactitud histórica y geográfica de mi trabajo y que esos letreritos son unos malditos dos caras engaña-niños.

El 6 me cayó como cubetazo de agua, no entendía que había pasado, pero lo olvidé pronto. Muchos años despues, en uno de esos flashazos de súbita iluminación que supongo, a todos nos pasan, finalmente até cabos y me quité un peso de encima. Ahora lo pienso, quien sabe, quizás la maestra Lourdes evitó mi carrera como piramidólogo. Hoy podría estar vendiendo libros sobre las propiedades tántrico-olístico-aerodinámico-pleyadianas-gazorninplat-ommmmm de las pirámides de Tepexpan, ligándome chicas crédulas y reescribiendo la historia a mi gusto nomas porque se me ocurrió y los que no me crean son unos cerrados de mente, pero no ¡La maestra tenía que ser una sabionda y arruinarnos la fiesta a todos!. Yo lo siento por esas chicas crédulas, no saben de lo que se han perdido (jeje).