Las pelis del Santo.

¿Acaso hay algo más que pueda ejemplificar a la perfección lo tan malo que es bueno, que las pelis del santo? Esas maravillosas pelis donde nuestros héroe luchador del pancracio peleaba contra momias de Guanajuato hechas de papel maché, vampiros de plástico con colmillo de a mentis, frankensteins con máscaras del mercado de sonora y demás parafernalia.

Nel, no creo. Por eso, las pelis del santo son mi elección de tan malo que es bueno. Para muestra un botón.